La hidronefrosis es una inflamación del riñón causada por una obstrucción de las vías urinarias, que bloquea el flujo normal de orina. Si no se trata, puede provocar daños renales irreversibles e insuficiencia renal. El tratamiento, a menudo quirúrgico, tiene por objeto eliminar la obstrucción y preservar la función renal.
- Personas que padecen dilatación de la pelvis renal y de los cálices, debido a una obstrucción del tracto urinario.
- Todo depende del tipo de tratamiento.
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Hidronefrosis: ¿qué es?
La hidronefrosis es una afección en la que el riñón se dilata debido a una acumulación de orina estancada. Esta dilatación está causada por una obstrucción, a menudo relacionada con un cálculo renal, un tumor o una malformación congénita, que impide que la orina fluya libremente hacia la vejiga.
Si no se trata, la hidronefrosis puede provocar un dolor intenso, infecciones urinarias recurrentes y un deterioro progresivo de la función renal que puede desembocar en una insuficiencia renal crónica.
El tratamiento, que depende de la causa subyacente, tiene como objetivo eliminar la obstrucción, médica o quirúrgicamente, para restablecer el drenaje urinario normal y preservar la salud renal.
Causas de la hidronefrosis
La hidronefrosis es una dilatación del riñón causada por una obstrucción de las vías urinarias. Esta obstrucción puede tener diversos orígenes:
- Malformaciones congénitas: presentes desde el nacimiento, pueden estrechar las vías urinarias.
- Cálculos renales: estos pequeños cristales bloquean el paso de la orina.
- Tumores: un crecimiento anormal puede comprimir las vías urinarias.
- Embarazo: el crecimiento del útero puede comprimir los uréteres.
- Infecciones: algunas infecciones pueden provocar edemas y obstruir las vías urinarias.
Consecuencias de la dilatación renal
La dilatación del riñón aumenta la presión en su interior y favorece:
- Dolor: a menudo se siente en el flanco, similar al cólico renal.
- Infecciones urinarias: la orina estancada es un caldo de cultivo para las bacterias.
- Pérdida de la función renal: si la obstrucción persiste, el riñón puede sufrir daños irreversibles.
¿Dolor lumbar o cólico nefrítico? No tardes en acudir al médico. Un urólogo o un nefrólogo podrán hacer un diagnóstico preciso gracias a una ecografía renal. Estos dolores pueden ser un signo de hidronefrosis que, si no se trata rápidamente, podría dañar tus riñones.
Diagnóstico de la hidronefrosis
La ecografía es el método de referencia para diagnosticar la hidronefrosis. Esta prueba de imagen se utiliza para medir el grado de dilatación de las vías urinarias y buscar una anomalía anatómica en el origen de este trastorno. Muchos casos se detectan durante la vida fetal en ecografías prenatales.
La ecografía no solo confirma el diagnóstico, sino que también identifica la causa subyacente, como el síndrome de la unión pieloureteral, frecuente en niños.
En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como la cistografía y la gammagrafía renal, para confirmar el diagnóstico y evaluar la función renal.
El diagnóstico precoz de la hidronefrosis es crucial para prevenir complicaciones graves. La obstrucción urinaria prolongada puede provocar una pérdida irreversible de la función renal debido a la cicatrización del tejido renal.
Además, la acumulación de orina favorece la aparición de infecciones urinarias recurrentes y la formación de cálculos renales. A largo plazo, la hidronefrosis no tratada también puede contribuir al desarrollo de hipertensión arterial.
Evolución de la hidronefrosis
La evolución de la hidronefrosis depende en gran medida de la causa subyacente de la obstrucción urinaria.
Si la obstrucción se debe a un cálculo, a menudo este puede extraerse o fragmentarse, lo que permite la recuperación total de la función renal.
En cambio, si la causa del problema es un tumor, el pronóstico depende de su extensión. El diagnóstico precoz es esencial para preservar la función renal y proporcionar el tratamiento adecuado.
Tratamiento de la hidronefrosis en Turquía
La hidronefrosis requiere un tratamiento personalizado para eliminar el obstáculo que bloquea el flujo urinario, aliviar la presión sobre el riñón y prevenir complicaciones.
La elección del tratamiento depende de varios factores:
- La causa de la obstrucción: cálculos, tumores, malformaciones, etc.
- La gravedad: grado de dilatación del riñón, alteración de la función renal, etc.
- Los síntomas asociados: infecciones urinarias, dolor, etc.
- El estado general del paciente: edad, otras enfermedades, etc.
Los distintos enfoques terapéuticos de la hidronefrosis incluyen:
- Tratamiento médico: antibióticos (para las infecciones),analgésicos (para el dolor),alfabloqueantes (para facilitar el drenaje).
- Tratamientos endovasculares: endoprótesis ureteral o nefrostomía para mantener o crear un tracto de salida de la orina.
- Cirugía:
- Nefrolitotomía percutánea, ureterolitotricia: para eliminar cálculos.
- Pieloplastia: para corregir anomalías anatómicas.
- Nefrectomía parcial o total: en los casos más graves, extirpación parcial o total del riñón.
El objetivo del tratamiento es restablecer el flujo normal de orina, preservar la función renal y mejorar la calidad de vida del paciente.
Seguimiento tras el tratamiento
Tras el tratamiento, es necesario realizar un seguimiento regular para controlar la función renal y detectar posibles recidivas. Para evaluar la eficacia del tratamiento y adaptar el seguimiento en consecuencia, se realizan exámenes complementarios (ecografía, gammagrafía renal).
La duración del tratamiento, la hospitalización, la recuperación y las posibles complicaciones varían considerablemente en función de:
- La causa de la hidronefrosis.
- La gravedad de la obstrucción: cuanto mayor sea esta y más dañado esté el riñón, más complejo será el tratamiento.
- La edad y el estado general de salud del paciente.
La duración del tratamiento y la hospitalización
En general, los antibióticos y los antiinflamatorios pueden administrarse de forma ambulatoria, sin necesidad de hospitalización.
Las intervenciones como la colocación de endoprótesis o la nefrostomía suelen realizarse con anestesia local y pueden ser ambulatorias o requerir una breve estancia en el hospital.
La duración de la estancia hospitalaria tras la intervención varía en función de la operación y del estado general de salud. Su equipo médico le informará con precisión de la duración prevista de su estancia.
Recuperación y convalecencia
El postoperatorio de una operación de hidronefrosis suele estar marcado por dolor, náuseas y dificultad para orinar, que se alivian con medicación.
El tiempo de recuperación varía según la complejidad de la operación, pero las sesiones de fisioterapia pueden acelerar la vuelta a la actividad normal. En la mayoría de los casos, los pacientes recuperan una calidad de vida satisfactoria pocas semanas después de la operación.
El tratamiento de la hidronefrosis no está exento de riesgos. Además de las infecciones urinarias y las hemorragias, la reaparición de la obstrucción puede provocar una pérdida progresiva de la función renal e incluso una insuficiencia renal terminal.
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