La traqueotomía es una intervención quirúrgica que consiste en crear una apertura en la tráquea, el conducto que conecta la laringe con los pulmones. Esta abertura permite introducir un tubo (cánula) para facilitar la respiración, sobre todo cuando las vías respiratorias superiores están obstruidas o cuando el paciente tiene grandes dificultades para respirar.
- Pacientes con obstrucción de las vías respiratorias superiores.
- Pacientes sometidos a cirugía mayor de cuello o garganta y con dificultad respiratoria.
- Pacientes en coma prolongado.
- Personas con ciertas enfermedades neuromusculares que afectan a los músculos respiratorios.
- Hemorragia.
- Infección.
- Neumotórax.
- Obstrucción de la cánula.
- Granulomas.
- Estenosis traqueal.
- Dificultad para hablar.
- Entre 15 y 45 minutos.
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Traqueostomía: ¿Cuándo es necesaria?
La traqueotomía es un procedimiento quirúrgico que puede plantearse en diversos contextos clínicos.
Las personas susceptibles de someterse a una traqueotomía padecen:
- Enfermedades crónicas de las vías respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC),la fibrosis quística o la parálisis de las cuerdas vocales.
- Obstrucciones de las vías respiratorias superiores debidas a tumores, infecciones, traumatismos faciales o cervicales graves o trastornos neuromusculares de los músculos respiratorios.
- Insuficiencia respiratoria crónica grave que requiere ventilación mecánica prolongada.
- También se realiza para prevenir complicaciones pulmonares durante determinadas intervenciones quirúrgicas o en pacientes de alto riesgo.
Este procedimiento facilita la respiración, mejora la calidad de vida y, en algunos casos, prolonga la supervivencia del paciente.
Síntomas que pueden conducir a una traqueotomía
La traqueotomía puede ser una opción de tratamiento cuando los síntomas respiratorios empeoran de manera significativa y crónica.
Estos síntomas pueden incluir:
- Dificultad para respirar (disnea).
- Tos persistente.
- Sibilancias.
- Sensación de ahogo.
- Retracción de los músculos intercostales.
- La cianosis, que se caracteriza por la coloración azulada de los labios y las uñas, puede producirse en caso de hipoxia, es decir, cuando el organismo no recibe suficiente oxígeno.
Complicaciones de una traqueotomía
Las complicaciones inmediatas tras una traqueotomía pueden incluir:
- Hemorragias.
- Infecciones.
- Neumotórax (colapso de parte del pulmón).
- Daños en los nervios recurrentes (que afectan a la voz).
- Obstrucción de la cánula.
A más largo plazo, pueden surgir otros problemas:
- Estenosis traqueal (estrechamiento de la tráquea).
- Formación de granulomas (tejido cicatricial anormal).
- Fístulas (comunicaciones anormales).
- Dificultad para tragar.
- Problemas psicológicos relacionados con la dependencia de la cánula y cambios en la voz.
Los efectos secundarios más frecuentes son:
- Pérdida de la voz.
- Sequedad de las mucosas.
- Dificultad para toser.
- Mayor riesgo de aspiración.
Unos cuidados rigurosos, como la limpieza periódica de la cánula, la fisioterapia respiratoria y la humidificación del aire, pueden reducir significativamente estos riesgos. Por lo tanto, las visitas regulares al médico son esenciales para un seguimiento óptimo.
Preparación de la operación
Antes de una traqueotomía, se llevará a cabo un examen médico completo para evaluar el estado general de salud del paciente e identificar cualquier contraindicación para el procedimiento.
Esto incluye:
- Un análisis de sangre.
- Pruebas de imagen (radiografía de tórax, tomografía computarizada, resonancia magnética).
- Pruebas funcionales respiratorias.
Se establecen medidas preparatorias, como el ayuno preoperatorio y la preparación de la piel alrededor del cuello.
Fase operativa
La traqueotomía suele realizarse bajo anestesia general. El cirujano realiza una pequeña incisión en el cuello, justo por encima de la nuez de Adán.
A continuación, se separan suavemente los tejidos para llegar a la tráquea. Una vez expuesta la tráquea, se hace una pequeña abertura y se introduce en ella una cánula, un tubo de plástico o metal.
Esta cánula permite que el aire fluya directamente de los pulmones al exterior. Por último, se cierra la incisión con puntos de sutura.
Fase postoperatoria
Durante los primeros días después de la intervención, se vigilará estrechamente al paciente para detectar posibles complicaciones.
La duración de la hospitalización tras una traqueotomía varía y depende de la complejidad del caso y de la aparición de posibles complicaciones. Una vez dado de alta, el paciente debe seguir las recomendaciones médicas y los cuidados de la cánula. En algunos casos, la cánula puede retirarse de forma permanente cuando las vías respiratorias superiores se hayan recuperado por completo.
La recuperación de una traqueotomía requiere tiempo y paciencia.
La rehabilitación respiratoria es esencial para aprender a manejar la cánula y mejorar la función pulmonar. Los cuidados postoperatorios incluyen la limpieza periódica de la cánula, el control de la respiración y la fisioterapia respiratoria. Esta última ayuda al paciente a recuperar una buena función respiratoria y a expectorar las secreciones.
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