Trastorno obsesivo-compulsivo: ¿qué es?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno psiquiátrico caracterizado por la presencia de pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos que pueden interferir negativamente en las actividades de la vida diaria.
El TOC es un trastorno con una amplia gama de manifestaciones clínicas. Aunque las personas con este diagnóstico pueden presentar pensamientos y comportamientos aparentemente diferentes, comparten el mecanismo básico: la interacción entre obsesiones y compulsiones.
Trastorno obsesivo-compulsivo: ¿de dónde viene?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) tiene una etiología compleja y multifactorial y no puede atribuirse a una única causa. Numerosos estudios científicos han explorado los aspectos genéticos, neurobiológicos e inmunológicos del trastorno.
Se ha establecido ampliamente que tener padres u otros familiares con TOC aumenta el riesgo de desarrollar el trastorno. Además, las investigaciones demuestran que el trastorno puede ser más frecuente en personas que han sufrido acontecimientos adversos como acoso, abusos, violencia, traumas o duelos no tratados.
Por último, factores como:
- Una educación extremadamente estricta.
- Una personalidad ansiosa.
- Ser meticuloso.
- Un enfoque especialmente metódico o un fuerte sentido de la responsabilidad hacia uno mismo o hacia los demás.
En definitiva, el TOC se desarrolla a través de un complejo conjunto de factores, tanto genéticos como ambientales, que interactúan para determinar su manifestación.
Tipos de TOC
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por:
- Obsesiones: son pensamientos e imágenes mentales intrusivos y recurrentes que provocan una profunda incertidumbre y ansiedad.
- Compulsiones (o rituales): Son comportamientos, tanto físicos como mentales, puestos en práctica para reducir la ansiedad generada por las obsesiones.
Esto crea un peligroso círculo vicioso del que puede ser difícil escapar.
Síntomas del TOC
Los síntomas del TOC son muy heterogéneos, pero en la práctica suelen distinguirse ciertos tipos. Algunos pacientes pueden padecer varios tipos de trastorno al mismo tiempo o en distintos momentos de su vida.
Los trastornos obsesivos más comunes son:
- Contaminación mental: obsesiones y compulsiones vinculadas a contagios o contaminaciones improbables (o irreales).
- Controles innecesariamente prolongados y repetidos destinados a reparar o prevenir desgracias o accidentes graves.
- Orden/simetría y precisión: los afectados no toleran que los objetos se coloquen de la forma menos desordenada o asimétrica posible.
- Obsesiones agresivas, sexuales o religiosas (pensamientos tabú): Los afectados de este tipo tienen pensamientos obsesivos sobre la ocurrencia de situaciones que son altamente improbables, pero que serían intolerables para ellos. El contenido de estas obsesiones puede ser a menudo religioso, social o sexual. Es el caso de quienes están obsesionados por el miedo a ser o convertirse en homosexuales o pedófilos o de quienes temen ser presa de una agresividad repentina e incontrolable y dañar a quienes les rodean.
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Problemas somáticos
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Acumulación / hoarding: Se trata de un tipo de obsesión bastante rara que caracteriza a quienes tienden a guardar y acumular (y a veces incluso a recoger en la calle) objetos insignificantes e inservibles, debido a la enorme dificultad que tienen para tirarlos.
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Miedos supersticiosos (pensamiento mágico): El sujeto está dominado por reglas según las cuales debe hacer o no hacer ciertas cosas, pronunciar o no pronunciar ciertas palabras, ver o no ver ciertas cosas, etc.
Sin embargo, los tipos de coacción pueden ser los siguientes:
- Lavar
- Ordenar
- Control y peticiones diversas de tranquilidad
- Repetición de acciones
Tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo
Los principales tratamientos del TOC son la psicoterapia y la farmacoterapia.
- Terapia psicológica: generalmente se indica un enfoque cognitivo-conductual con el objetivo de reducir la cantidad y la frecuencia de los pensamientos obsesivos y los comportamientos compulsivos.
- Terapia farmacológica: suele indicarse un tipo de antidepresivo llamado inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), que actúa regulando el equilibrio de determinadas sustancias químicas en el cerebro.
Los médicos especialistas en psiquiatría y neuropsiquiatría están cualificados para prescribir la terapia o terapias más adecuadas para las personas con TOC.
El enfoque terapéutico adecuado puede mejorar realmente la calidad de vida de las personas que padecen este trastorno, ofreciéndoles la posibilidad de controlar sus síntomas y recuperar el bienestar psicológico.