A la hora de abordar un tratamiento de rehabilitación con una prótesis dental, es bastante normal que nos asalten dudas y preguntas.
La pérdida de uno o más dientes conlleva a tener que elegir cómo restaurarlos en un tiempo razonable. Los tratamientos que un dentista evalúa con el paciente generalmente son dos: el implante dental o el puente.
Estos dos términos se utilizan mal como si fueran sinónimos.
Nunca se debe confundir el implante dental con el puente dental fijo.
Lo más probable es que el error se deba a que ambas pueden considerarse garantías fijas y, por tanto, tienen las mismas indicaciones.
Para ello conviene conocer las diferencias y también entender cuándo es preferible un puente o un implante dental.
Las causas de la falta de dientes.
Un espacio edéntulo, es decir, un área al que le faltan uno o más dientes, se produce después de una extracción dental debido a:
- Caries dental grave e incurable, que requirió la extracción del o los dientes afectados.
- Trauma o fractura severa no solo de la corona sino también de la raíz de uno o más dientes.
- El consumo de tabaco afecta a las encías, que tiene la función de reducir la entrada de oxígeno a las encías, lo que destruye la periodontitis.
- Bruxismo: es el apretar la mandíbula y el apretar involuntariamente los dientes durante el sueño lo que produce un choque permanente entre ellos, provocando su deterioro.
Es fundamental consultar al dentista una o dos veces al año para prevenir la pérdida de dientes y proteger la salud bucal. Mantener la higiene bucal también ayuda a minimizar el riesgo de caries.
Implante dental
En el caso de un implante dental, el elemento dental faltante se reemplaza mediante el uso de una fijación de titanio insertada en el hueso periodontal, que reemplaza la raíz del diente. Luego se coloca encima una corona protésica especialmente creada, que sirve como reemplazo del diente real.
Depende del cirujano dentista elegir el tono perfecto para proporcionar la mejor apariencia estética. Esta técnica no afecta a los dientes adyacentes.
Puente dental
Un puente es una prótesis dental fija que se cementa sobre dientes naturales. Suele constar de 3 coronas (o más) que se colocan utilizando como soporte los dientes adyacentes al diente a sustituir.
Diente perdido: ¿un puente o un implante dental?
La aplicación de un puente o un implante dental la decide el odontólogo durante la fase de diseño, teniendo en cuenta las necesidades del paciente y la mejor solución para el caso clínico.
De hecho, varios factores pueden determinar su elección.
Implante dental: ventajas y desventajas
Respecto al implante dental, se trata de forma aislada e independiente de los dientes contiguos, preservando el hueso contra la contracción y dando un aspecto estético perfecto, muy similar al de los dientes naturales.
El implante dental es la solución más fiable y que ofrece resultados más duraderos en el tiempo.
Los implantes dentales pueden utilizarse para rehabilitar edéntulos de cualquier tipo, parcial o total. Esto los convierte en una solución mucho más versátil que los puentes dentales.
Sin embargo, esta solución requiere la presencia del volumen y la calidad correctos del hueso en el que insertar la raíz del implante. La falta de hueso es el único factor limitante de este tratamiento porque interfiere en el proceso vital de osteointegración, que es la base del éxito de la intervención.
Puente Dental: Ventajas y Desventajas
Para el puente, el tiempo necesario para completar su tratamiento es bastante corto, no superando las 2 o 3 citas con el dentista. Es ideal desde el punto de vista estético ya que permite tener un tono muy cercano al natural.
Un puente dental no requiere cirugía. Se trata entonces de un tratamiento adecuado para personas con problemas de salud que no les permiten pasar por el quirófano.
Aunque el puente dental representa una solución confiable y segura, generalmente no suele ser la primera opción recomendada por el dentista.
La principal limitación es que el limado, o incluso en algunos casos la desvitalización, de los dientes vecinos, los vuelve relativamente más frágiles y susceptibles a infecciones o enfermedades.
Los dientes pilares deben estar sanos y fuertes para formar la base del puente, por lo que los dientes con caries o inestables no son elegibles.